Cada año, al llegar la primavera, resurge en los mercados uno de los dichos tan popular como discutido: “Sell in May and go away”. Esta máxima anglosajona sugiere que mayo marca el inicio de un periodo menos favorable para los mercados financieros, invitando a reducir exposición y regresar en otoño. Sin embargo, mayo de 2025 ha vuelto a poner en entredicho este mito estacional: quienes lo hubieran seguido, habrían dejado pasar valiosas oportunidades de revalorización.
Tras un mes de abril marcado por una alta volatilidad —principalmente provocada por el anuncio de la imposición de aranceles al comercio mundial por la Administración Trump- muchos inversores se plantearon reducir exposición o incluso salir del mercado para proteger su patrimonio. Sin embargo, el no actuar de forma precipitada protegió sus carteras y además les ha librado de perderse una notable recuperación.
Este cambio de comportamiento, en apenas unas semanas, pone de relieve una de las lecciones más importantes en la inversión a largo plazo: salir del mercado en momentos de incertidumbre puede implicar perderse las fases de recuperación, que muchas veces se producen de forma rápida e inesperada., La psicología del inversor juega un papel crucial, especialmente en contextos de incertidumbre. Ante episodios de volatilidad, el miedo, amplificado por titulares alarmistas o caídas fuerte y puntuales de los mercados, lleva muchas veces a deshacer posiciones en el peor momento por temor a la pérdida. Una reacción emociona en la mayoría de las veces, errónea.
Mayo, un mes de recuperación
El pasado mes de mayo ha sido testigo de un notable giro en el sentimiento inversor. La publicación de resultados empresariales mejor de lo esperado, junto con señales de moderación en el tono de las negociaciones comerciales, ha impulsado una recuperación generalizada en los mercados. El índice S&P 500 registró un aumento del 6,2%%, el EuroStoxx 50 subió un 5,8% y el Nasdaq lideró con un alza cercana al 7,42% 
Como insistimos en muchas ocasiones, la historia demuestra que los mercados financieros premian la paciencia y la estrategia a largo plazo. En lugar de seguir máximas simplistas como la que hemos comentado, mantener una estrategia diversificada y coherente con nuestros objetivos que se ajuste a nuestro perfil de riesgo y horizonte temporal para conseguirlos ers mejor.
Mayo de 2025 es un ejemplo claro de que seguir el plan trazado, sin dejarnos arrastrar por factores externos, es el mejor camino para alcanzar el éxito en nuestras inversiones: quienes mantuvieron su inversión, resistiendo la tentación de abandonar el mercado en abril, han visto cómo se recompensaba su disciplina. Porque más que adivinar el próximo movimiento del mercado, lo importante es estar bien posicionados para cuando ese movimiento llegue tal y como les repiten sus asesores financieros.
