Julio ha sido un mes con resultados positivos para la mayoría de los mercados. Los países emergentes fueron los más destacados, en cambio, otras regiones como la Eurozona mostraron un resultado más débil. Estados Unidos también cerró el mes con subidas, aunque más moderadas en comparación con junio.
En el caso de la renta fija, los bonos gubernamentales, especialmente los del tesoro americano, bajaron por el repunte de los tipos de interés. Aun así, otros activos, como los bonos corporativos, alto rendimiento y la deuda emergente, lograron mantenerse en positivo.
En el plano económico, la inflación sigue siendo estable, con ligeros repuntes en algunas zonas geográficas por las tensiones en Oriente Medio. Las expectativas de crecimiento económico se mantienen favorables, dependientes de la política arancelaria de Trump, que seguirá marcando las directrices en el comercio mundial durante los próximos meses.
Por otro lado, los resultados empresariales del último trimestre son, en general, muy positivos, y están siendo impulsados principalmente por la tecnología y la inteligencia artificial, que destacan por su mejora en ingresos y expectativas de crecimiento.
Seguimos atentos a los factores macroeconómicos y geopolíticos, por el momento, la estrategia actual sigue mostrando solidez y consistencia frente a un entorno de volatilidad moderada.
