Durante el mes de noviembre, los mercados de renta variable mostraron un comportamiento mixto. Los desarrollados se mantuvieron relativamente planos, mientras que los mercados emergentes registraron descensos. En renta fija se observaron ligeras subidas, reflejando un entorno de estabilidad. Los indicadores adelantados también mostraron una situación equilibrada, con el sector manufacturero de Estados Unidos y la Eurozona en niveles cercanos a los 50 puntos.
En Europa sobresalió el dinamismo del sector servicios, impulsado por Francia, mientras que en Estados Unidos la lectura compuesta continuó mostrando fortaleza y señales de aceleración económica. Destaca en el mes el buen comportamiento de los sectores salud, financiero y automoción, especialmente en el mercado estadounidense.
En crédito, los diferenciales han mostrado un repunte muy ligero en todos los segmentos, salvo en la parte de High Yield, donde se han estrechado, especialmente en EE. UU. y en algunos mercados emergentes.
Por su parte, el mercado laboral estadounidense sigue mostrando unos niveles de empleo estable, sin creación ni destrucción destacable, manteniéndose en una zona considerada razonable.
A nivel empresarial, las revisiones de beneficios continúan siendo favorables, con expectativas muy positivas y crecimientos de doble dígito en numerosos casos. Aunque persisten algunas preocupaciones sobre el nivel de las valoraciones en el sector tecnológico y de la Inteligencia Artificial, no se observan señales claras de burbuja; en todo caso, el escenario apunta más hacia una posible corrección técnica que hacia un ajuste severo.
Con todo ello, mantenemos nuestro enfoque prudente, en línea con los últimos meses, aunque comienzan a apreciarse signos de optimismo en los indicadores fundamentales de cara al inicio del próximo año.


