La renta variable y la renta fija tuvieron un comportamiento positivo en mayo. Los mercados se recuperaron tras las caídas de abril, apoyados por una menor inflación, expectativas de recortes de tipos y un entorno más estable, especialmente en los activos de mayor riesgo.
Durante el mes de mayo, los indicadores adelantados han puesto de manifiesto una ralentización en la Eurozona, especialmente marcada en Alemania. En cuanto a la inflación, se observa una tendencia a la baja y una convergencia progresiva hacia niveles más moderados, si bien seguimos atentos a la posible implementación de nuevos aranceles que podrían alterar esta trayectoria.
En Estados Unidos, el mercado laboral se mantiene estable, sin cambios relevantes. En lo que respecta a los tipos de interés, no ha habido movimientos significativos ni en EE. UU. ni en Europa, aunque los tramos largos de la curva han experimentado ciertos repuntes.
En términos de resultados empresariales, tras las revisiones a la baja realizadas en abril, mayo ha mostrado cierta mejora, aunque aún permanecemos en terreno negativo. Cabe destacar el buen desempeño de España, impulsado principalmente por el sector financiero.
Por último, seguimos cómodos con nuestro posicionamiento actual. Las carteras están equilibradas, bien diversificadas y alineadas con nuestro escenario neutral. Aunque el vencimiento de los 90 días de tregua arancelaria podría traer nuevos episodios de volatilidad, estaremos atentos para aprovechar cualquier oportunidad que nos pudiera brindar.